y me quedo quieto en el sintiendo su textura fría
anhelando encontrarte entre atardeceres complejos, que llena de matices sus nubes
y toda esa maza de contaminación que emerge desde el norte de esta ciudad devastada.
El suelo me envuelve, tomo su forma y que bien se siente sentirse parte de su superficie,
ya no hay nada en mi, mas que ser pisado una y otra vez,
que pasen la escoba por mi lomo es solo un pacer obsoleto en este mundo de banalidades.
No quiero despertar de este presente que me tiene aquí siendo suelo
olvidando esta temporalidad que avanza con tanta lentitud.
Quiero sumergirme en la atemporalidad no ser nada ni nadie
ni espacio, ni tiempo, solo ser el piso de cerámica expectante
del amanecer, para sentirme frio y obsoleto sin importancia
sin sentir, ni ser mas que una cerámica negra.
no me busquen pues no quiero dejar de serlo
desaparecer y huir es lo mejor que puede hacer esta mente ambivalente.
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