bucle

kaigo

 kaigo para no volver

el polvo me estremese

para no volver,

miro la planta de mis pies,

el hondo sentir de mis manos frias,

veo el reflejo de paisajes de antaño,

en mi pelo poco ondulado y sin forma.

 

para no volver a ser lo k fui

por no pensar en mis ojos

ke no tienen dueño 

y no se cansa de volar.

Que esperas.

Buscando palabras me encontré con la destrucción
que me esta mirando desde la esquina de mi pieza
me pregunto, cuanto tiempo va a tomar para que se apodere de mi
ansioso me acerco para sentir su ira
me esta reflejando destellos de devenires
que entran dentro de mi
recordando lo miserable que pude ser
entrelazando mis sentires y pesares
mi odio a este mundo nefasto y sus esbirros.

y que esperas,  destruyeme
me gusta el sabotaje
me gusta verte observando como me desbordo

entonces dime,

¿que esperas?

porque no me apuñalas de frente
o me afixias con tu risas y palabras ensordesedoras
que haces ahi solo reflejando mi sombra
porque no me acabas
porque no me envuelves en ti
para destruir todo
incluyendome.

las calaminas

ausensia 

cada vez se disuelve tu presencia comprimida

somos atomos espectante de un choque

electrico silencioso

Me divierte sentir el viento por mi pelo 

Es como si me acariciara con su fervente kaos 

El sonido de las calaminas me recuerda la pampa silenciosa y su soledad oscura.

De repente se entonan melodías tetricas como la ternura,

que se van enlazando en compases de tierra perdidas divagando en el amplio desierto,

Exparsiendose el sonido como agua.

Suena a lo lejos como choca una y otra vez el techo con el fierro afirmado en el adobe viejo

Y yo sentado 

Respirando polvo y sol 

El mejor lugar es estar en las alturas 

Sintiendo tu paso frondoso de amargura,

Que nadie entiende,

Que desaparece dejando al sol quemando las calaminas añejas y derritiendo moyeras obsoletas.

Viento no solo eres viento, 

Eres frio y dolor

Mi piel se siente entumesida y mis huesos me duelen en tus noches estrelladas 

Viento 

Desde que llegaste los dias se hicieron fuego incinerando todo aquello que carcomia mi inconciente dandonde fuerza para enfrentarme y consumierme en parcelas, chilcas y peladeros profundos en tu son.